Un concierto estelar para conmemorar seis décadas de música, ritmo y sabor colombiano como se debe.
Qué mejor forma de rendirle homenaje a Fruko, desde el diseño gráfico, que retomando los estilos visuales de sus primeros vinilos. La tipografía, el uso de la línea, las coronas como símbolo repetido, y una estética vintage se combinan para evocar el espíritu de esa época, dejando ver el paso del tiempo con una mirada fresca. Un diseño que no busca replicar, sino reinterpretar visualmente el legado de un músico que ha hecho bailar al mundo durante 60 años.



